Luisa González
A inicios del siglo XX, en la ciudad de Heredia, nació Luisa González Gutiérrez el 25 de abril de 1904. Fue alumna de distintas escuelas en Heredia, San José y Puntarenas. La secundaria la cursó en la Escuela Normal de Costa Rica, donde obtuvo el título de Maestra Normal en 1922.
Luisa González destacó por su contribución a la educación y por su participación política en pro de la justicia social. En 1925, junto a Carmen Lyra, fundó la "Escuela Maternal Montessoriana", un centro de educación preescolar que aplicó, por primera vez, una enseñanza basada en las más novedosas metodologías de aquella época y fue puesto por ellas al servicio de los hijos e hijas de mujeres trabajadoras de escasos recursos. Luisa dedicó varios años de sus esfuerzos y trabajo a esa escuela.
Posteriormente, en 1933, fundó la Escuela Omar Dengo. También publicó, junto con Emma Gamboa, las revistas infantiles "San Celerín" y "Triquitraque".
La inquieta personalidad de Luisa González y su fuerte sensibilidad social, la llevaron a constituirse en una lideresa política y a ser miembra activa del Partido Comunista y dirigenta, desde su fundación, del Partido Vanguardia Popular. Además, fue lideresa sindical, experiencia que relata en su novela autobiográfica "A Ras del Suelo".
En 1933 participó en la Asociación de Maestros Unidos, donde trabajó por el mejoramiento de las condiciones laborales de los y las educadoras. Fue la primera asociación de ese tipo que se estableció en nuestro país y que fue precursora de las que años después se organizarían en nuestro país.
A lo largo de su vida siempre se ocupó de organizar a las mujeres, de pensar y escribir sobre sus problemas, de denunciar las manifestaciones de discriminación que sufren, de hacer propuestas para mejorar, sobre todo de las mujeres trabajadoras, sus condiciones de vida y ampliar sus derechos. Uno de los frutos de sus anhelos y esfuerzos fue la Unión de Mujeres Carmen Lyra, en 1953. De esta organización surgió luego la Alianza de Mujeres Costarricenses.
Luisa se mantenía en permanente actividad. Era una fuente inagotable de ideas, de proyectos, de inquietudes, de inconformidades, de solidaridades. Logró difundir sus ideas y combatir así la discriminación de las mujeres, proporcionándoles asesoramiento sobre sus derechos. Escribía a menudo en la prensa, sobre todo, claro está, en el periódico "Nuestra Voz", órgano de su partido, pero también en otros periódicos nacionales: Semanario Universidad, La Juventud, Libertad y Trabajo.
Luisa dio también un aporte a la literatura costarricense. Su obra como escritora autodidacta abarca ensayos, obras de teatro infantil y narraciones. Entre ellas están: "Impresiones sobre el Congreso Mundial de Mujeres" (1953), "Una Gira por la Zona Bananera" (1954) y "El Kinder Garden en Costa Rica: un sueño hecho realidad" (1995).
Sin embargo, su obra más conocida y celebrada es "A Ras del Suelo", su única novela publicada en 1970. En ella quedaron plasmadas sus vivencias y su historia. Es un libro autobiográfico que describe, con gran realismo, la situación de pobreza económica de su familia y las condiciones de vida de los sectores más empobrecidos de la sociedad costarricense, recuperando en la biografía de los y las protagonistas un hondo sentido de la dignidad humana, expresado en su práctica política y en las luchas sociales de su tiempo.
Luisa González ejemplifica la lucha de las mujeres, demostró que aun en condiciones adversas, las mujeres pueden irrumpir en espacios sociales de manera significativa, abriendo brecha y usando la educación como herramienta de cambio.
Reconociendo el peso que tuvo la educación en su vida, Luisa González expresó con un profundo cariño su experiencia del primer día de clases en la Escuela Normal:
"Con las manos frías y la cara roja de vergüenza, subí las veinticuatro gradas de la escalera principal del edificio de la Normal, escalera que había de conducirme a un mundo nuevo, maravilloso, lejano y extraño: el mundo de la cultura, de la ciencia, del arte, donde reinaban el idealismo, la espiritualidad y tantas otras cosas más que asombraron mi espíritu, desde el primer día de clases".
Su talento de escritora fue reconocido en 1972 con el Premio Nacional de Literatura Aquileo J. Echeverría, en la rama de novela, por "A Ras del Suelo", y en 1974 con el Premio Nacional de Teatro por la versión teatral de esa misma obra.
Luisa González murió el 20 de octubre de 1999.