Ester De Mezerville
En 1907 y 1908 fue profesora de francés en las escuelas complementarias de la ciudad de San José, Costa Rica. Durante siete años fue directora de la Escuela Superior de Niñas, donde imprimió su sello como educadora. También fue directora del Colegio Metodista.
En 1917 fue nombrada Inspectora Técnica de las escuelas de la capital. Según la Escuela de Historia de la Universidad de Costa Rica, Esther fue una "educadora y líder magisterial durante la dictadura de los Tinoco y una de las primeras educadoras en rebelarse a las disposiciones del Gobierno".
En 1922 fue llamada por el gobierno del presidente Julio Acosta para que sirviera en el cargo de directora del Colegio Superior de Señoritas, donde laboró por cuatro años de 1922 a 1926.
Desde esa posición como directora supo ganarse el cariño y la confianza de todo el profesorado; unificó los ideales educativos de los diversos sectores que conformaban la institución y despertó en el alumnado ideales artísticos y anhelos de modificar la discriminación hacia las mujeres.
Todos sus ideales se manifestaron en asambleas, conferencias y publicaciones que se encaminaron a que las mujeres costarricenses se desarrollaran integralmente con una activa participación en la vida política nacional que y pudieran colaborar en el desarrollo cultural del país.
En 1923 fue fundadora de la Liga Feminista donde resultó nombrada vicepresidenta de esa organización desde donde apoyo las luchas por el sufragio femenino, la equidad en los salarios entre maestras y maestros y una constante reivindicación de los derechos de las mujeres.
Entre sus múltiples actividades y distinciones se destacan: Presidenta Honoraria del Patronato Escolar del cantón de La Unión, Costa Rica, 1920; Medalla por servicios prestados en el Hospital de Emergencias con motivo de la peste de influenza, 1920; Miembra de la Comisión encargada de organizar el Congreso del Niño, 1920; Medalla y diploma conmemorativos del Primer Centenario de la Independencia de Costa Rica, dados por el Presidente de la República, don Julio Acosta, por servicios prestados al país en la educación de la juventud, 1921; Presidenta Honoraria de la Liga Anti-Alcohólica, 1924; Miembra de la Sociedad Protectora de Animales; Fiscal del Comité de Damas de la Cruz Roja Costarricense y Delegada de esta ante la Cruz Roja de la Juventud; Vicepresidenta de la Liga Feminista, 1923; Delegada al Congreso Pedagógico por la Asociación de Maestros y Profesores Jubilados, 1934; Miembra del Comité encargado de organizar, por recomendación del Presidente de la República, don Ricardo Jiménez, la exposición de Arqueología y Arte Precolombino, 1934; Presidenta Honoraria del Frente Nacional Antinazi, 1941; Delegada por Costa Rica de "El Mandato a los Pueblos" para la paz y la colaboración interamericanas, en la Conferencia de Chapultepec, México, D.F., 1945; Presidenta de las Damas Blancas de la Cruz Roja Costarricense; Vicepresidenta de la Directiva del Banco de la Asociación del Magisterio Nacional, 1946-1950; Medalla al Mérito de la Cruz Roja Costarricense, 1948; Diploma "La mejor servidora social y cultural de Costa Rica, durante el año 1949. Además destacó como miembra muy activa de la Sociedad Teosófica y de la Asociación Damas Grises.
Cuando la Unión de Mujeres Americanas (U.M.A.) en su capítulo de Costa Rica hizo la síntesis de actividades y méritos de esta educadora ilustre, acordó designarla: "Mujer del Año", la primera en recibir ese galardón en el año 1949.
Esther de Mézerville Ossaye ha sido y seguirá siendo modelo que atrae y que señala caminos para todas las mujeres por su rectitud, fortaleza y energía. Murió en la ciudad de San José, Costa Rica, en el año 1971.